1
Regiones más laterales y posteriores del cuerpo, también se les llama nalgas. Es la región de más masa muscular.
2
Son unas pequeñas placas de tejido córneo que se encuentra en el interior de las extremidades. Bajo el corvejón en los miembros posteriores, y sobre la rodilla en los anteriores. Son como las huellas dactilares de los caballos, se pueden usar como método de identificación en caso de pérdida o robo.
3
Zona inferior al menudillo, entre este y el casco. Alrededor de la misma será donde coloquemos las campanas de protección.
4
Articulación media de los miembros posteriores. Muchas veces se especifica como corvejón, la punta que sobresale hacia atrás en dicho miembro.
5
Parte lateral y anterior del cuerpo del caballo. De ella salen las extremidades anteriores.
6
Es la articulación de la rodilla en el caballo. Coincide con el borde anterior de la pierna.
7
Toda la zona anterior de la cabeza del caballo. Puede ser cóncava, convexa o recta, dependiendo de las características genéticas del ejemplar.
8
En toda la parte superior del cuello. Es un pelo más duro y grueso que el del resto del cuerpo, como el de la cola.
9
Toda la zona superior del cuerpo, desde la cruz hasta la grupa. Es la zona donde colocaremos la montura.
10
Es la parte más alta del tronco, pudiendo ser más o menos prominente dependiendo de la raza. La altura de un caballo se mide desde el suelo hasta el extremo superior de esta.
11
Zona de las extremidades con huesos largos, debajo de la articulación media, sobre los menudillos. Es la zona que protegeremos con protectores o vendas al trabajar, pues se pueden lesionar los tendones que acompañan a los huesos de la caña.
12
Son las pezuñas del caballo. Constituidas por tejido inerte externamente, pero con tejido vivo en su interior. Debemos tener mucho cuidado con ellos, pues cualquier piedrecilla clavada puede provocar una cojera severa.
13
Conjunto de pelos más duros y gruesos que nacen en la zona más posterior del cuerpo. La zona de hueso de la que nacen se denomina maslo. Hay que cortar regularmente la cola de nuestros caballos, dejándola a la altura del menudillo, para que no la pisen o se enreden.
