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Típico de Australia y Tasmania, así como la India, este hongo poseen una forma blanca de nido irregular, que arroja cierta luz en la oscuridad. Son una variante muy llamativa aunque tóxica y no comestible.
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Otra variante de hongo comestible, muy apreciado debido a su aroma y sabor. Se da en el suelo en los inviernos europeos y posee un aspecto negruzco, de superficie verrugosa. Es típico aditamento gastronómico para los foie gras y distintas salsas.
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Hongos alimenticios por excelencia, nativos de Europa y América del Norte, forman parte de numerosas vertientes gastronómicas y son ampliamente cultivados a escala mundial. Suele ser blanco, de hifa corta y sombrero redondo.
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Hongo comestible, parásito del maíz, que ataca las mazorcas tiernas y adquiere la apariencia de una agalla grisácea que oscurece a medida que madura. En México su consumo se considera una herencia ancestral azteca, y numerosos platos se elaboran a partir de él.
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ste hongo es uno de los posibles responsables de la afección micótica de la piel humana (tiña), sobre todo cuando ésta se encuentra, como en el caso de los atletas, sometida a condiciones de calor y humedad excesivas. Forman colonias marrones amarillentas o negras verduzcas.
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Altamente tóxico, este moho aparece comúnmente en edificios abandonados en los que haya abundante materia orgánica, mucha humedad y poca presencia lumínica, amén de poco intercambio de aire. La inhalación de sus esporas produce envenenamiento y tos crónica, dependiendo de lo prolongado y lo intenso de la exposición a sus micotoxinas.
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Llamados también níscalos o robellones, son hongos comestibles muy comunes en España, típicos de pinares y bosques mixtos. Afloran en otoño, con un cuerpo marrón y blanco de pie ahuecado y corto, que al romperse segrega un látex anaranjado. Se les cocina en guisos y a menudo como acompañante de las carnes.
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Midiendo entre 2 y 5 cm, con un sombrero acampanado de color blanco y marrón a medida que madura, este hongo alucinógeno europeo es muy usado como psicotrópico. Su efecto es contrario al de la serotonina, generando una activación y extroversión que a menudo puede tender a la paranoia y la manía.