1
De australis, sur, en latín, y de pitecus, mono. Pertenece a una escala intermedia entre el antecesor del hombre y el hombre propiamente dicho. Los restos óseos de mayor antigüedad se encontraron principalmente en África.
3
En esta era, enormes extensiones del globo terráqueo se cubrieron de hielo. Esto ocasionó grandes cambios en la flora y la fauna; sobre todo, su importancia radica en que en ella se inicia la existencia del hombre.
4
Del latín, significa “hombre que tiene habilidades”. Considerado necesario descendiente del Australopitecus, se hace acreedor a la primera categoría merecedora del calificativo de “hombre”. Algunos de sus restos han sido encontrados en Tanzania, África.
5
Significa “hombre que piensa”. Poseedor de una inteligencia más desarrollada, se le identifica con los restos de los hombres de Heidelberg y de Neanderthal, encontrados en Alemania. El ejemplo más evolucionado es el Hombre de Cro-Magnon. Fue descubierto en Francia y se cree que vivió hace cuarenta mil años. Se le considera el antecesor del hombre moderno.
6
Del latín, “hombre erguido”. Por su posición, representa a un hombre más evolucionado. Sus restos han sido localizados en la isla de Java, Indonesia (Pitecántropo) y en Pekín, China (Sinántropo).
7
Extenso periodo que posibilitó tanto el desarrollo de selvas de enorme altura como de reptiles de gran tamaño.
8
La tierra se cubrió de vegetación, principalmente de helechos. En el agua se originaron células. Aparecieron las principales manifestaciones de vida animal: peces y seres invertebrados.
9
En esta edad se transformó la superficie terrestre y se originaron los continentes y los océanos; se desarrollaron los grandes mamíferos y, de entre ellos, los primates.
10
Época durante la cual la tierra se hizo sólida y en la que aún no existía la vida.