LA PLUMA QUE NO MANCHABA

Relier Colonnes

Ordena los párrafos de manera que el cuento tenga sentido.

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Âge recommandé: 10 ans

37 fois fait

Créé par

SEÑO GISE

Argentina

Top 10 résultats

1

Sofi Monasterio

19 Avril 2021

02:23

temps

81

but
2

Sofi Monasterio

15 Avril 2021

09:11

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81

but
3

jose coscia

13 Avril 2021

03:51

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60

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4

eva

18 Avril 2021

06:57

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60

but
5

Sofi Monasterio

16 Avril 2021

09:13

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60

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Relier Pairs LA PLUMA QUE NO MANCHABAVersion en ligne Ordena los párrafos de manera que el cuento tenga sentido. par SEÑO GISE 1 Los dos hermanos se pusieron mano a mano a trabajar en el proyecto, pero cuando consiguieron la tinta, se encontraron con un problema. - ¡Qué desastre! -dijo Ladislao-. La punta de la pluma se traba, y no hay manera de escribir deprisa con eso. ¡Es peor que antes! - Será necesario cambiar la punta de la pluma -dijo Jorge. 2 Y así fue como nació el bolígrafo, aunque todavía tuvieron que pasar muchos años para que fuera llamado así. FIN 3 De camino a casa, los hermanos se encontraron con Mariana. - Hola papá, hola tío Jorge -dijo la niña. - Hola Mariana, ¿A qué estáis jugando? -preguntó su padre. - A tirar piedras al charco -dijo la niña-. El que consigue la línea de agua más fina y larga más lejos del charco gana. - Ya veo… ¿Y cuál es el truco? -preguntó su tío. - Hay que conseguir piedras muy redondeadas y tirarlas con la fuerza exacta -dijo la niña. - ¡Eso es! -dijeron los dos hermanos. 4 Ladislao fue corriendo a ver a su hija, y le dijo: - Mariana, aquí está: una pluma que no mancha. - ¿Una pluma con una bola? -dijo la niña, extrañada. - Pruébala -le animó su padre. 5 Hace mucho tiempo, vivió un niña llamada Mariana. Su padre, llamado Ladislao, era periodista, pero también era inventor. Por entonces, los periodistas, y todo el mundo, escribían con pluma. Pero a Ladislao no le gustaba nada la pluma, porque era muy sucia y necesitaba recargarla de tinta cada pocas palabras. 6 Ladislao fue corriendo a buscar a su hermano Jorge, que era químico, y le explicó la idea. - Necesitamos una tinta más espesa para conseguir que la pluma no manche -dijo Jorge-. Es una excelente idea. Vamos a hacerla. 7 Los dos hermanos se pusieron a pensar, pero estaban tan atascados como la punta de la pluma. - Te invito a casa a cenar -le dijo Ladislao a su hermano-. Necesitamos relajarnos. - Me parece bien -dijo Jorge, mientras se ponía el abrigo para salir. 8 - Papá, con lo bien que se te dan los inventos, ¿por qué no inventas una pluma que no manche tanto? -le dijo un día la niña. - Hija, la pluma mancha porque la tinta es muy líquida -dijo su padre. - ¡Pues tendrás que inventar otra tinta! -dijo Mariana. - ¡Eso es! -dijo Ladislao. 9 Los hermanos crearon un tubo de tinta y, a continuación, le colocaron una bola muy pequeña y apretada que liberaba la tinta a medida que se escribía. PÁRRAFO 3 PÁRRAFO 7 PÁRRAFO1 PÁRRAFO 2 PÁRRAFO 5 PÁRRAFO 4 PÁRRAFO 6 PÁRRAFO 8 PÁRRAFO 9

Relier Pairs

LA PLUMA QUE NO MANCHABAVersion en ligne

Ordena los párrafos de manera que el cuento tenga sentido.

par SEÑO GISE

Los dos hermanos se pusieron mano a mano a trabajar en el proyecto, pero cuando consiguieron la tinta, se encontraron con un problema. - ¡Qué desastre! -dijo Ladislao-. La punta de la pluma se traba, y no hay manera de escribir deprisa con eso. ¡Es peor que antes! - Será necesario cambiar la punta de la pluma -dijo Jorge.

Y así fue como nació el bolígrafo, aunque todavía tuvieron que pasar muchos años para que fuera llamado así. FIN

De camino a casa, los hermanos se encontraron con Mariana. - Hola papá, hola tío Jorge -dijo la niña. - Hola Mariana, ¿A qué estáis jugando? -preguntó su padre. - A tirar piedras al charco -dijo la niña-. El que consigue la línea de agua más fina y larga más lejos del charco gana. - Ya veo… ¿Y cuál es el truco? -preguntó su tío. - Hay que conseguir piedras muy redondeadas y tirarlas con la fuerza exacta -dijo la niña. - ¡Eso es! -dijeron los dos hermanos.

Ladislao fue corriendo a ver a su hija, y le dijo: - Mariana, aquí está: una pluma que no mancha. - ¿Una pluma con una bola? -dijo la niña, extrañada. - Pruébala -le animó su padre.

Hace mucho tiempo, vivió un niña llamada Mariana. Su padre, llamado Ladislao, era periodista, pero también era inventor. Por entonces, los periodistas, y todo el mundo, escribían con pluma. Pero a Ladislao no le gustaba nada la pluma, porque era muy sucia y necesitaba recargarla de tinta cada pocas palabras.

Ladislao fue corriendo a buscar a su hermano Jorge, que era químico, y le explicó la idea. - Necesitamos una tinta más espesa para conseguir que la pluma no manche -dijo Jorge-. Es una excelente idea. Vamos a hacerla.

Los dos hermanos se pusieron a pensar, pero estaban tan atascados como la punta de la pluma. - Te invito a casa a cenar -le dijo Ladislao a su hermano-. Necesitamos relajarnos. - Me parece bien -dijo Jorge, mientras se ponía el abrigo para salir.

- Papá, con lo bien que se te dan los inventos, ¿por qué no inventas una pluma que no manche tanto? -le dijo un día la niña. - Hija, la pluma mancha porque la tinta es muy líquida -dijo su padre. - ¡Pues tendrás que inventar otra tinta! -dijo Mariana. - ¡Eso es! -dijo Ladislao.

Los hermanos crearon un tubo de tinta y, a continuación, le colocaron una bola muy pequeña y apretada que liberaba la tinta a medida que se escribía.

PÁRRAFO 3

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