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Una estatua en el paseo de Cup

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Lectura curiosa de Gloria Ruiz sobre Casimiro Sainz Saiz, excelente pintor natural de Matamorosa y que el dia 4 de marzo hace 168 años.

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Créé par

Spain

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Una estatua en el paseo de Cup

Lectura curiosa de Gloria Ruiz sobre Casimiro Sainz Saiz, excelente pintor natural de Matamorosa y que el dia 4 de marzo hace 168 años.

Campoo Enmedio
1

vi pincel estaba cementerio Celestino Abandonó color Casimiro montañas Matamorosa Casimiro tumba Madrid Viajar estatua nubes Sainz

Una en el paseo de Cupido
Casimiro tuvo una vida azarosa , complicada y difícil . Supo que era pintor desde muy temprano y sus ojos iban y volvían con ansiedad de las nubes a las , no encontraba sosiego su mirar y solo los múltiples colores que su entorno le proporcionaba lograban atenuar su inquietud . Tanto como pintó amó , se sumergía en los paisajes con la fiebre y los delirios de la enfermedad más grave , sus manos volaban del a la tela , todo era urgente , aquietar los cielos y dejar memoria de lo que él , con mirada sublime , más que ver había adivinado . Sabía de los descampados , de los desiertos particulares en que vivía en aquella , de la que quería irse para seguir viéndola sin la embriaguez de su proximidad . Y se fue . Pero iba con el mismo , con su peculiar manera de entender e interpretar , con el sufrimiento de un cuerpo que no le obedecía . Su periplo estuvo plagado de toda suerte de dificultades , con una mente enajenada que le prohibía el reposo . Su martirizado ser falleció en y allí fue enterrado . Muchos años después , quizás 24 , se trasladaron sus restos a la región que le vio nacer . El cuadro que hoy me ocupa firmado por Celestino Cuevas , de Matamorosa como , lleva por título La tumba de Casimiro Sainz , o así lo creo yo . Pero sé más sobre esta pintura , asuntos que estoy dispuesta a desvelar porque no quiero que , por más tiempo , me desvele el peso de tanta responsabilidad . Por todo lo que conozco he podido colegir y puedo afirmar nuestro gran paisajista no estaba ni medianamente tranquilo y peor se puso cuando interrumpieron su inestable reposo . Si , claro que le gustaba volver al origen de si mismo , eso si , pero toda aquella algarada de recoger lo que quedaba de aquello que se llamó Sainz y Saiz . Los trozos del hábito en que le envolvieron , las sandalias . . . y hasta lo que quedaba del ataúd . . . de nuevo en tren se le antojaba tan cansino como siempre y , además , esta vez sin ventanilla que le permitiese el recreo de la mirada . Ay , que pronto se percató el pintor de cuanto podía hacer en ese nuevo estado . Podía , ya lo creo que podía . el féretro y anduvo husmeando entre los viajeros , escuchó sus conversaciones , olió los manjares que emergían de sus cestas . . . Atisbó tras los cristales de las ventanilla el silencio de los campos y , contra la amanecida , cuando todos dormían , tocó la frialdad de la escarcha que bordaba sutiles blondas sobre los camino . Se espantó bastante Casimiro en la estación de Reinosa , tanto aparato de gentes y autoridades , los abundantes discursos , la alegría , para él incomprensible , que les daba por llegar así y después de tanto tiempo . Casimiro no soportó más . Marchó lejos de aquellos bullicios y supo que sólo podía ir al . Daba igual donde llevasen sus restos , él iría al cementerio . Volvió a pasar el tiempo , ese que nunca se detiene , y por allí seguía . Conocedora de estas peripecias decidí hacerle una visita . Fue allí donde vi como se encontraba con Celestino Cuevas que andaba , como él lo había estado tantas veces , con gesto desalentado . . . No pude oír lo que hablaban , tan bajito era , pero si vi que Casimiro tomaba a Cuevas de la mano y lo llevaba de color en , de en tumba en un paseo acelerado y lleno de gestos . Asentía o negaba sobre lo que inquiría su compañero , lo obligaba a mirar más allá de las o montañas . Al fin se sentaron sobre la braña simulando un descanso . sacó el lienzo mientras Casimiro les extendía las manos que el joven tocaba con el pincel . Vi nacer , paso a paso , la tumba de Casimiro , en la que el mismo muerto intervino acentuando tal o cual color , alargando las voces de las sombras , esa cuyo sepulcro no parece hincado en la tierra , esa que pretende querer volar . Sólo cuento lo que , no pido que se me crea . Ah , y despierta .