Una
vez
un
perrito
llamado
Rover
.
Era
muy
pequeño
y
muy
joven
,
pues
de
lo
contrario
se
habría
portado
mejor
;
y
era
muy
feliz
jugando
al
sol
en
el
jardín
con
una
pelota
amarilla
,
si
no
hubiera
hecho
nunca
lo
que
hizo
.
No
todos
los
hombres
viejos
con
los
pantalones
rotos
malos
:
unos
son
hombres
de
huesos
y
botellas
y
tienen
sus
perritos
;
y
otros
son
jardineros
;
y
algunos
,
muy
pocos
,
son
brujos
que
vagabundean
como
si
estuvieran
de
fiesta
,
buscando
algo
que
hacer
.
El
que
ahora
en
la
historia
era
un
brujo
.
Llegó
a
pie
por
el
sendero
del
jardín
,
vestido
con
una
vieja
andrajosa
chaqueta
,
con
una
vieja
pipa
en
la
boca
y
un
viejo
sombrero
verde
en
la
cabeza
.
Si
Rover
no
hubiera
estado
tan
ocupado
ladrando
a
la
pelota
,
tal
vez
habría
visto
la
pluma
azul
clavada
en
la
parte
de
atrás
del
sombrero
verde
y
entonces
habría
sospechado
que
el
hombre
era
un
brujo
,
como
habría
hecho
cualquier
perrito
sensible
;
pero
él
nunca
vio
la
pluma
.
Cuando
el
hombre
se
y
recogió
la
pelota
?
por
un
momento
convertirla
en
una
naranja
,
incluso
en
un
hueso
o
en
un
trozo
de
carne
para
Rover
?
,
Rover
gruñó
y
dijo
:
?
¡
Déjala
!
?
Sin
ni
siquiera
un
«por
favor»
.
Por
supuesto
,
el
brujo
,
por
ser
brujo
,
lo
entendió
perfectamente
,
y
contestó
a
su
vez
:
?
¡
Calla
,
tonto
!
?
Sin
ni
siquiera
un
«por
favor»
.
Luego
se
la
pelota
en
el
bolsillo
,
sólo
para
fastidiar
al
perro
,
y
se
volvió
.
Lamento
decir
que
inmediatamente
Rover
le
mordió
los
pantalones
,
y
le
arrancó
un
buen
trozo
.
Tal
vez
también
le
un
trozo
al
brujo
.
En
cualquier
caso
,
el
hombre
se
súbitamente
furioso
y
dijo
:
?
¡
Idiota
!
¡
Anda
y
conviértete
en
un
juguete
!
Y
al
momento
empezaron
a
ocurrir
las
cosas
más
extrañas
.
Para
empezar
,
Rover
era
sólo
un
perro
pequeño
,
pero
de
repente
se
sintió
mucho
más
pequeño
.
La
hierba
pareció
hacerse
monstruosamente
alta
y
se
agitó
muy
por
encima
de
su
cabeza
;
y
un
largo
trecho
a
través
de
la
hierba
,
como
el
sol
que
se
eleva
sobre
los
árboles
de
un
bosque
,
ver
la
enorme
pelota
amarilla
,
donde
el
brujo
había
vuelto
a
dejarla
.
Oyó
el
clic
de
la
cancela
cuando
el
hombre
salió
,
pero
no
pudo
verlo
.
Intentó
ladrar
,
pero
sólo
le
un
pequeño
sonido
,
demasiado
pequeño
para
que
pudiera
oírlo
la
gente
común
;
y
supongo
que
ni
siquiera
un
perro
lo
habría
percibido
.