Tarea para reflexionar sobre el consumismo a través del día de Halloween.
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1.- ¿Desde cuándo los comercios españoles venden artículos de Halloween? (Marca solo una respuesta)
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2.- Responde empleando el sentido común ¿Crees que solo las empresas han promocionado el consumismo en torno a Halloween? (Marca solo una respuesta)
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3.- Supón que eres una persona a la que le preocupa el medio ambiente, ¿qué afirmación te parece la más correcta? (Marca solo una respuesta)
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Imagina un amigo que se deja llevar por impulsos consumistas pero desea hacer las cosas bien. ¿Tu amigo se ha sentido culpable alguna vez por haber comprado algo que después no utilizó demasiado? (Marca solo una respuesta).
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5.- Marca la respuesta correcta ¿Cuándo compras algo te preguntas si lo vas a usar bastante? (Marca solo una respuesta)
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6.- Marca la respuesta correcta ¿Crees que las empresas tienen la capacidad de crearte necesidades ficticias? (Marca solo una respuesta).
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7.- ¿Es posible el consumo sostenible en Halloween? (Marca solo una respuesta).
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8.- Reflexiona y responde aplicando los conocimientos aprendidos: ¿La responsabilidad del consumismo en Halloween es solo de las grandes corporaciones? (Marca solo una respuesta).
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9.- ¿Es posible vivir en sociedad hoy día sin dejar residuos? (Marca solo una respuesta)
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10.- ¿Para combatir el exceso de consumo es necesaria la política? (Marca solo una respuesta)
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Explicación
La cantidad de productos de usar y tirar ha crecido exponencialmente en los últimos 30 años.
Normalmente la introducción de nuevos hábitos de consumo es el resultado de múltiples acciones, para que lleguemos a consumir ciertos productos es necesario un cambio de mentalidad que en ocasiones requiere adoptar creencias o culturas ajenas a la nuestra. Solo con anuncios publicitarios no se puede conseguir esto.
Si te fijas no hay alternativa, solo podemos estar preocupados.
Las empresas buscan que te sientas muy bien al adquirir un producto, invierten mucho dinero en estudiar cómo te afecta psicológicamente al estar frente a ellos en la tienda, para que elijas su producto entre varios. Sin embargo, esta satisfacción por la compra suele terminar rápido, cuando le quitas el embalaje al producto, porque es ahí donde se encuentra el estímulo que te impulsa a comprar. Sin el embalaje el producto puede llegar a decepcionar.
Las empresas buscan que el producto no dure demasiado a través de la conocida obsolescencia programada. Hackear el sistema consiste en reparar el producto para prolongarle la vida útil a pesar de los obstáculos que pongan para impedirlo.
Normalmente las empresas atacan al consumidor por varios frentes para conseguir el objetivo propuesto: que compres su producto. Muchas veces consiste en llenar tu subconsciente de datos positivos acerca del producto aunque a veces sean discutibles; por ejemplo: usando colores que se relacionen con el medio ambiente, palabras relacionadas con la pureza, imágenes que relacionan el producto con las inquietudes de un sector de la población concreta...
Hay pocas cosas que no se puedan hacer si se aplica el sentido común, la moderación es la clave para poder mantener ciertas comodidades sin maltratar el planeta.
Las empresas, sobre todo las multinacionales, suelen tener poder para presionar a políticos y muchísimo dinero para grandes campañas de publicidad. Éstas les permite negociar estrategias ocultas basadas en la persuasión en programas televisivos o de radio muy eficaces. También ocurre lo mismo en prensa escrita a través de los temas que tratan y de la sección «Cartas al director».
No podemos controlar todos los residuos que generan nuestros actos pero sí podemos tomar conciencia de ellos para reducirlos al máximo.
Si pudiéramos analizar todas las actividades que realizamos durante el día viviendo en sociedad podríamos darnos cuenta de la cantidad de cosas que son posibles gracias a los demás, si no fuera así viviríamos como trogloditas en las cavernas, sin médicos, transportes, maestros, panaderos, etc. La sociedad es un don, sin embargo, también heredamos lo malo: guerras, vecinos molestos, contaminación..., aún así debemos estar agradecidos de lo que nos aporta porque la alternativa es volver a las cuevas.
Es la política la que puede conseguir que las empresas respeten ciertos límites, desde las garantías al consumidor hasta las calidades de los productos, las empresas siempre buscan menor coste y máximo beneficio, si no existiera regulación la competencia entre empresas sería despiadada y no tendrían más remedio que abaratar costos frente a otras necesidades como las del medio ambiente o las de los trabajadores.
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