El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido un impacto devastador en los ciudadanos de ambos países. En Ucrania, la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha documentado graves violaciones del derecho humanitario internacional y de las normas internacionales de derechos humanos. Se han observado violaciones como el uso de armas explosivas en zonas pobladas, asesinatos ilícitos, incluyendo ejecuciones sumarias, violencia sexual, desapariciones forzadas, tortura y malos tratos. La mayoría de las víctimas de desapariciones forzadas presuntamente cometidas por las fuerzas armadas rusas y por grupos armados afiliados eran funcionarios públicos retirados o en activo pertenecientes a autoridades locales, o sus familiares, defensores de derechos humanos y activistas de la sociedad civil, periodistas, trabajadores religiosos, así como militares retirados de las fuerzas armadas ucranianas.
En cuanto a Rusia, las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional han tenido un impacto significativo en la economía del país y, por ende, en sus ciudadanos. Estas sanciones incluyen la congelación de activos fuera del país de los cuatro principales bancos rusos, un veto de exportación para productos de alta tecnología en las áreas de semiconductores, aeroespacial y naval, y limitantes para negociar en las monedas de países que se están adhiriendo a dichas sanciones.
Es importante destacar que este conflicto ha desencadenado una crisis masiva de derechos humanos, humanitaria y de desplazamiento que tiene todos los visos de ser la peor catástrofe de este tipo en la historia reciente de Europa.