El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha tenido un impacto económico significativo en al menos tres sectores clave para la economía global: la energía, los mercados financieros y los productos agrícolas. El aumento del precio del gas y el petróleo es una de las principales consecuencias económicas del conflicto. Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo y el mayor exportador de gas natural del mundo, y existe el temor de que el presidente Vladimir Putin pueda utilizar los recursos naturales como un arma de guerra al reducir el suministro de gas a Europa en respuesta a las sanciones económicas que le ha impuesto Occidente.
Además, el conflicto ha provocado conmoción en los mercados financieros y ha aumentado drásticamente la incertidumbre sobre la recuperación de la economía mundial2. Las sanciones económicas impuestas por países del G7, incluyendo la congelación de activos fuera del país de los cuatro principales bancos rusos, un veto de exportación para productos de alta tecnología en las áreas de semiconductores, aeroespacial y naval, y limitantes para negociar en las monedas de países que se están adhiriendo a dichas sanciones, han tenido un impacto significativo en la economía rusa.
En cuanto a la economía mundial refiere, los efectos de esta guerra se verán reflejado en el alza de inflación, en el entorpecimiento de las cadenas de valor, y en una desglobalización en el largo plazo. El tamaño de dichos efectos dependerá de qué tanto se prolongue esta innecesaria guerra, así como de las intenciones de expansión territorial de Rusia.