Factor básico en el profesional es la DILIGENCIA EN EL SERVICIO, es decir, nos solo rapidez, sino también poner todo el cuidado y esmero en preparar lo solicitado por el cliente.

LA SIMPATIA es otra de las cualidades que debe demostrar el profesional muchas veces en contra del estado de animo que tiene por problemas ajenos al trabajo.

LA DISCRECIÓN Debe ser norma fundamental a seguir, respetando la vida particular de cada cliente, no haciendo nunca comentarios con los compañeros de lo que nos hablan u oigamos. Hay momentos en que algunos clientes, debido a diversas causas (embriaguez, estado de animo), encuentran en el trabajador del establecimiento, el amigo o confidente para contarle problemas, y luego ellos mismos desearían no haberlo hecho. Por lo tanto, el profesional discreto será considerado y estimado por los clientes que sepan apreciar esta cualidad.

También la cualidad de ser SERVICIAL es muy apreciada por los clientes, pero debemos advertir que no se debe confundir con el “SERVILISMO”, ya que se caería en el ridículo con gran menosprecio para la profesión.

Este trato continuo con el público dará al profesional que sienta verdadera vocación la oportunidad de hacerse un gran psicólogo, cualidad que le ayudara al conocimiento del cliente, sabiendo en cada momento darle el trato adecuado.

Todas estas cualidades irán perfilando la personalidad del profesional, que servirá para conseguir el respeto, consideración y admiración por parte de los clientes, empresario y compañeros.

Se puede afirmar, que en lo concerniente a los profesionales de hosteleria, es abrumador constatar en muchos casos la falta de preparación profesional de las personas que desarrollan estos trabajos en los hoteles. Teniendo en cuenta esta situación, y pensando fundamentalmente en toda aquella juventud que no ha tenido una previa preparación profesional, intentaremos a través de este manual, ofrecer una formación y orientación profesional.