1
En nuestras relaciones con los donantes y con los beneficiarios hemos de observar siempre una actitud orientada hacia la apertura y la transparencia. Reconocermos la necesidad de informar acerca de nuestras actividades, tanto desde el punto de vista financiero como en lo que se refiere a la eficacia.
2
La asistencia que prestemos guardará consonancia con el sufrimiento que se propone mitigar.
3
Nos esforzaremos para obtener la plena participación de la comunidad en nuestros programas de socorro y de rehabilitación.
4
Ni nosotros ni nuestros empleados aceptaremos nunca, ser utilizados para recoger información de carácter político, militar o económico que interese particularmente a los gobiernos o a otros órganos.
5
Incluso en una situación de desastre, todas las personas y las comunidades poseen aptitudes. Siempre trataremos de fortalecer esos medios y aptitudes.
6
La principal motivación de nuestra intervención es aliviar el sufrimiento humano entre quienes están menos preparados para soportar las consecuencias de un desastre. Deber humanitario.
7
Trataremos de llevar a cabo programas de socorro que reduzcan de modo concreto la vulnerabilidad de los beneficiarios ante futuros desastres y contribuyan a crear modos de vida sostenibles.
8
Nunca debe perderse el respeto por las víctimas de los desastres, que deben ser consideradas como asociados en pie de igualdad. Al informar al público, deberemos presentar una imagen objetiva de la situación de desastre.
9
Nos empeñaremos en respetar la cultura, las estructuras y las costumbres de las comunidades y los países en donde ejecutemos actividades.
10
Designan a las organizaciones constituidas por dos o más gobiernos.
11
Todas las organizaciones, tanto nacionales corno internacionales, constituidas separadamente del gobierno del país en el que han sido fundadas.