Una vez rodeadas las defensas orientales del Valle de México, los estadounidenses derrotaron a los restos del ejército mexicano en las funciones de armas de Padierna, Churubusco y el Molino del Rey. Sólo quedaba entre el ejército invasor y la capital el cerro de Chapultepec, que no era una fortaleza, sino el domicilio del Colegio Militar; no obstante, a su alrededor se habían realizado apresuradamente algunas obras para fortificar la defensa del castillo.
Se le encomienda al Batallón de San Blas auxiliar la guarnición del Castillo de Chapultepec; el ejército invasor bombardea durante todo el día 12 la línea de defensa por lo que el batallón empieza a ser diezmado,en una vez tomada la posición con relativa facilidad por las divisiones de Worth, Quitman y Pillow, que se enfrentaron a una pequeña guarnición de 823 soldados y 43 cadetes, con 4 cañones. La entrada a la Ciudad de México quedó expedita para el ejército estadounidense.