COMPRENSIÓN LECTORA
RESPONDE TENIENDO EN CUENTA LA SIGUIENTE LECTURA
HISTORIA DE MIEDO
Después de merendar se quedaron en la cocina con Basílides contando cuentos de miedo.
-Pero si ya no sé más -decía al acabar cada relato.
-Sí, sí que sabes ... -lloriqueaba Cuchifritín-.
¿Y aquello que le ocurrió a tu tío?
-Ya no me acuerdo cómo empezaba ...
-Sí te acuerdas ... Es que no quieres ...
Que tu tío era sacristán y que subió a tocar las campanas, y al llegar al coro se encontró con un gato negro y lo tiró ...
-No, no lo tiró -dijo José Ramón-; al que tiró fue al que se encontró en el otro piso, y luego se volvió a encontrar al mismo gato más arriba y lo cogió por las patas y lo echó por la ventana ... ; y al llegar al campanario se encontró con que el gato lo estaba esperando allí arriba y lo volvió a tirar ...
-Eso -siguió Cuchifritín-; y cuando fue a mover las campanas vio que una no sonaba porque el gato estaba agarrado al badajo ...
-No fue asi... Fue que oyó maullar dentro de la campana.
-No, no. ¿Verdad, Basílides, que no maullaba?
Y el gato era el demonio y olla a azufre.
Pero ya Basilides estaba urdiendo otra historia y no quería nada con el gato.
-Si luego a la noche no tuvierais miedo os contaría un sucedido que le sucedió a un hermano mío ...
- iCuéntalo, anda, que a mí no me da miedo!...
-Pues verán ... Mi hermano era cabrero, de los que guardan cabras, y una tarde que llovía mucho y hacía mucho viento se refugió en una casita del monte ... [ ... ] Era una casa que había hecho el tío José para resguardo de los pastores. [ ... ] Mi hermano, que estaba muy cansado, se echó a dormir, y cuando despertó ya era de noche y no se atrevió a bajar al pueblo por si había crecido el río y no podía vadearlo. Por eso se arrebujó en la manta y volvió a dormir ... A medianoche le despertó una mano fría que le pasaba por la cara ...
-¡Huy! ...
-Y luego le pasaba otra vez, y después otra vez ...
-¿Quién era?
-Mi hermano no lo sabía y se tapó la cara con la manta; pero la mano le seguía pasando por la cabeza como si le alisara el pelo ...
Y así rato y rato ...
-¿Quién era?
-Pues hijos, la cosa más tonta. Cuando vino el dia, mi hermano vio que el techo de la casa estaba lleno de murciélagos dormidos ... Habían estado volando y volando y pasándole a mi hermano las alas por la cara ...
-¡Vaya una cosa! -dijo José Ramón desilusionado-. Pues yo no hubiera tenido miedo.
-Ni yo tampoco -dijo Cuchifritin con desprecio-.
¡Vaya una tontería! Yo no tengo miedo a los murciélagos ...
HISTORIA DE MIEDO
Después de merendar se quedaron en la cocina con Basílides contando cuentos de miedo.
-Pero si ya no sé más -decía al acabar cada relato.
-Sí, sí que sabes ... -lloriqueaba Cuchifritín-.
¿Y aquello que le ocurrió a tu tío?
-Ya no me acuerdo cómo empezaba ...
-Sí te acuerdas ... Es que no quieres ...
Que tu tío era sacristán y que subió a tocar las campanas, y al llegar al coro se encontró con un gato negro y lo tiró ...
-No, no lo tiró -dijo José Ramón-; al que tiró fue al que se encontró en el otro piso, y luego se volvió a encontrar al mismo gato más arriba y lo cogió por las patas y lo echó por la ventana ... ; y al llegar al campanario se encontró con que el gato lo estaba esperando allí arriba y lo volvió a tirar ...
-Eso -siguió Cuchifritín-; y cuando fue a mover las campanas vio que una no sonaba porque el gato estaba agarrado al badajo ...
-No fue asi... Fue que oyó maullar dentro de la campana.
-No, no. ¿Verdad, Basílides, que no maullaba?
Y el gato era el demonio y olla a azufre.
Pero ya Basilides estaba urdiendo otra historia y no quería nada con el gato.
-Si luego a la noche no tuvierais miedo os contaría un sucedido que le sucedió a un hermano mío ...
- iCuéntalo, anda, que a mí no me da miedo!...
-Pues verán ... Mi hermano era cabrero, de los que guardan cabras, y una tarde que llovía mucho y hacía mucho viento se refugió en una casita del monte ... [ ... ] Era una casa que había hecho el tío José para resguardo de los pastores. [ ... ] Mi hermano, que estaba muy cansado, se echó a dormir, y cuando despertó ya era de noche y no se atrevió a bajar al pueblo por si había crecido el río y no podía vadearlo. Por eso se arrebujó en la manta y volvió a dormir ... A medianoche le despertó una mano fría que le pasaba por la cara ...
-¡Huy! ...
-Y luego le pasaba otra vez, y después otra vez ...
-¿Quién era?
-Mi hermano no lo sabía y se tapó la cara con la manta; pero la mano le seguía pasando por la cabeza como si le alisara el pelo ...
Y así rato y rato ...
-¿Quién era?
-Pues hijos, la cosa más tonta. Cuando vino el dia, mi hermano vio que el techo de la casa estaba lleno de murciélagos dormidos ... Habían estado volando y volando y pasándole a mi hermano las alas por la cara ...
-¡Vaya una cosa! -dijo José Ramón desilusionado-. Pues yo no hubiera tenido miedo.
-Ni yo tampoco -dijo Cuchifritin con desprecio-.
¡Vaya una tontería! Yo no tengo miedo a los murciélagos ...
Âge recommandé: 10 ans
Créé par
Víctor Eduardo Ruiz Arrieta
Colombia
Recherches connexes