La civilización griega se desarrolló en el extremo noreste del Mar Mediterráneo (territorios actuales de Grecia y Turquía), y en varias islas como Creta, Chipre, Rodas, y Sicilia (Italia). Cerca del año 2100 a.C. los Aqueos, un pueblo de tradición guerrera, invadió y sometió a los cretenses, un pueblo originario de la isla. Así comenzó a desarrollarse la civilización minoica (la primera civilización europea que se instaló en la isla de Creta).
Posteriormente los Aqueos se expandieron por toda la península hasta alcanzar el sur de Italia y la costa occidental de Asia menor. Estas dos regiones conformaron la Magna Grecia, llamada por los griegos Hellas o Ellada (de allí la denominación de “helenos” para los habitantes de la región).
Durante el paleolítico ya había en Europa comunidades que emigraron desde distintos lugares y se asentaron en esta región, algunos hallazgos datan del Neolítico en la península de los Balcanes y las islas del mar Egeo, donde florecieron las primeras ciudades-estados de Europa. La historia de esta región ha sido dividida en varias etapas: Creto-micénico, Homérico, Arcaico, Clásico y Helenístico.