La discriminación social se produce cuando una persona es tratada de manera desigual o inferior como, por ejemplo, por tener gustos diferentes o religiosos, que es cuando una persona es marginada por tener una religión diferente.
En conformidad con el artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948:
"todos son iguales ante la Ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la Ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación".