Era
joven
,
bonitilla
,
,
de
una
blancura
casi
inverosímil
de
alabastrina
;
las
mejillas
color
,
los
negros
ojos
más
notables
por
lo
y
luminosos
que
por
lo
grandes
;
las
increíbles
,
como
indicadas
en
con
la
punta
de
finísimo
pincel
;
pequeñuela
y
roja
la
boquirrita
,
de
labios
un
tanto
,
orondos
,
reventando
de
sangre
,
cual
si
contuvieran
toda
la
que
en
el
rostro
;
los
dientes
,
menudos
,
pedacitos
de
cuajado
;
castaño
el
y
no
muy
copioso
,
brillante
como
torzales
de
seda
y
recogido
con
gracioso
revoltijo
en
la
.
Pero
lo
más
en
tan
singular
criatura
era
que
parecía
toda
ella
un
puro
armiño
y
el
espíritu
de
la
pulcritud
,
pues
ni
aun
rebajándose
a
las
más
groseras
faenas
domésticas
se
.
Sus
manos
,
de
una
forma
perfecta
?
¡
qué
manos
!
?
,
tenían
virtud
,
como
su
cuerpo
y
ropa
,
para
poder
decir
a
las
capas
inferiores
del
mundo
físico
:
la
vostra
miseria
non
mi
tange
.
Llevaba
en
toda
su
persona
la
impresión
de
un
aseo
,
elemental
,
superior
y
anterior
a
cualquier
contacto
de
cosa
desaseada
o
impura
.
De
trapillo
,
zorro
en
mano
,
el
polvo
y
la
la
respetaban
;
y
cuando
se
y
se
ponía
su
bata
morada
con
rosetones
blancos
,
el
moño
arribita
,
traspasado
con
de
dorada
cabeza
,
resultaba
una
fiel
imagen
de
japonesa
de
alto
copete
.
Pero
¿
qué
más
,
si
toda
ella
parecía
de
papel
,
de
ese
papel
plástico
,
caliente
y
vivo
en
que
aquellos
inspirados
representan
lo
divino
y
lo
,
lo
cómico
tirando
a
grave
,
y
lo
que
hace
reír
?
De
papel
nítido
era
su
rostro
blanco
mate
,
de
papel
su
vestido
,
de
sus
finísimas
,
torneadas
,
incomparables
manos
.
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