Icon Créer jeu Créer jeu
Obtenir Plan Académique
Obtenir Plan Académique
Obtenir Plan Académique

Texto 9: El abuelo

Présentation

Texto para trabajar la comprensión lectora

Téléchargez la version pour jouer sur papier

Âge recommandé: 11 ans
8 fois fait

Créé par

Spain

Top 10 résultats

  1. 1
    00:04
    temps
    100
    but
  2. 2
    00:12
    temps
    100
    but
  3. 3
    normadiaz
    normadiaz
    00:31
    temps
    100
    but
Voulez-vous apparaître dans le Top 10 de ce jeu? pour vous identifier.
Créez votre propre jeu gratuite à partir de notre créateur de jeu
Affrontez vos amis pour voir qui obtient le meilleur score dans ce jeu

Top Jeux

  1. temps
    but
  1. temps
    but
temps
but
temps
but
 
game-icon

Texto 9: El abueloVersion en ligne

Texto para trabajar la comprensión lectora

par Pablo Nine
1

Página 1

"El abuelo"

2

Página 1

3

Página 3

Mamá tenía una cara rara y los ojos muy hinchados. Pensé que todavía debía estar enfadada por lo que el abuelo había hecho el día anterior, pero no me explicaba por qué la tomaba conmigo y no con él. Si hay una cosa que no soporto son las injusticias, me ponen hecho una furia. Y mamá en aquel momento me parecía tan horrorosamente injusta que ya estaba listo para montar un buen numerito, similar a aquel que monté con la abuela Antonieta. Pero el abuelo, que se estaba bebiendo la leche, se levantó de repente, se me acercó y comenzó a acariciarme la cabeza muy suavemente, como si temiera hacerme daño.  

—No te preocupes, Toño, que después iré a recogerte al colegio con Alfonsina. 

En aquel momento comprendí. Miré a mama, que tenía los ojos como platos y una mano en la boca, y supe con seguridad lo que iba a suceder. Entonces sentí un dolor que nunca había sentido antes y rompí a llorar. El abuelo siguió acariciándome la cabeza hasta que mamá Io cogió de la mano y le dijo dulcemente:

—Papá, ve a prepararte que dentro de poco salimos.  El abuelo sonrió y se fue con ella. Así fue como el abuelo se marchó a la casa  sin colores, y de allí no regresó jamás. Cuando volví del colegio, encontré a mis padres con pinta de haber ido a un funeral y a Alfonsina, sola, en la terraza.

—Lo comprendes, ¿verdad, Toño? El abuelo en estos últimos tiempos estaba muy enfermo... —papá me indicó que me sentara junto a el—.  No podía quedarse más tiempo con nosotros y no podía irse a su casa... 

—¿Adónde lo habéis llevado? 

—A una clínica donde lo curarán.

4

Fuente

"Mi abuelo era un cerezo", Ángela Nanetti (El barco de vapor. Ed. SM)

educaplay suscripción