La terapia
cognitivo-conductual se ha convertido en el enfoque para el tratamiento de
la cleptomanía. En general, la terapia cognitivo-conductual le ayuda a
identificar las pensamientos y comportamientos negativos y sustituirlos por
conductas sanas y positivas. Las técnicas cognitivo-conductuales utilizadas en
el tratamiento de la cleptomanía abarcan la sensibilización encubierta, la
desensibilización imaginal, la desensibilización sistemática, terapia de
aversión, el entrenamiento de relajación, y otras fuentes de satisfacción.
Sensibilización
encubierta, en la que usted se imagina a sí misma robando y luego frente a las
consecuencias negativas, como ser detenido y que la familia y vecinos se
enteren, cada vez que siente la urgencia de robar.
Terapia
de aversión, en la que practicar técnicas ligeramente dolorosas, como contener
la respiración hasta que se sienta incómodo, cuando llegue el impulso de robar.
Desensibilización
sistemática, en el que practicar técnicas de relajación e imaginar el control
de impulsos de robar.
Otras
formas de terapia, como la terapia psicodinámica, terapia familiar o terapia
de pareja, también pueden ser útiles.