En Occidente, sería en el año 1440 cuándo por fin se le atribuye la invención al Alemán Johannes Gutenberg, el llamado "Padre de la Imprenta"después de una gran controversia por disputarse la gloria de ese título entre alemanes, italianos, franceses y holandeses.
A raíz de una apuesta la máxima de Gutenberg sería demostrar que podía realizar una copia de la Biblia en menos tiempo del que les llevaba hacerlo a los más rápidos monjes copistas y que la calidad sería perfecta. Para llevar a cabo tan ardua tarea confeccionó los primeros “tipos móviles” de cada una de las letras del abecedario.