Las dos teorías anteriores aportan las respuestas. De acuerdo con la RPECV, los átomos y pares de electrones libres deben disponerse en el espacio de tal manera que disminuyan al máximo la repulsión electrostática entre ellos.
Entonces, las formas geométricas no son arbitrarias, sino que buscan el diseño más estable. Por ejemplo, en la imagen superior puede apreciarse a la izquierda un triángulo, y a la derecha un octaedro. Los puntos verdes representan los átomos y las franjas anaranjadas los enlaces.
En el triángulo, los tres puntos verdes se orientan en una separación de 120º. Este ángulo, que es igual al del enlace, permite que los átomos se repelan entre sí lo menor posible. Por lo tanto, una molécula con un átomo central unido a otros tres adoptará una geometría plano trigonal.
Sin embargo, la RPECV predice que un par de electrones libre en el átomo central distorsionará la geometría. Para el caso del plano trigonal, este par empujará hacia abajo los tres puntos verdes, dando como consecuencia una geometría pirámide trigonal.
Lo mismo también puede ocurrir con el octaedro de la imagen. En él todos los átomos se encuentran separados en la forma más estable posible.