la tecnología a esclavizado las personas
Una cosa buena la tecnología puede convertirse para el hombre en una cosa mala, esclavizarte.
Actualmente, hay muchas multinacionales que programan sus productos para que el hombre se haga dependiente de ellos, para "esclavizar mentalmente" a otros hombres. Hemos de ser cautos.
La esclavitud de un hombre sobre otro puede darse de varias formas. Una es la de retener el cuerpo del otro, pero no es la única.
Si fabrico un aparato que hará que otro hombre actúe como un servidor de él, no actúo como nos pide Jesús, porque no amo al prójimo.
Le destrozo, pues pongo por "encima" de él un objeto sin alma -invierto el orden natural de las cosas-, para que "le" sirva, haga lo que el aparato quiera, etc. (según términos bíblicos, para que "le adore").
Pensemos en los ordenadores: los cambios tecnológicos "vertiginosos", la "incompatibilidad" de programas, etc. La caducidad de los software y hardware no es una ventaja para los compradores. Al revés. Está programada por otros para esclavizar a los primeros.
Si un buen hombre se compra un ordenador y un programa para conectarse a Internet, etc., y al cabo de cinco años lo tiene textualmente que tirar a la basura, porque se le ha "quedado obsoleto", podría ser moralmente indiferente si es porque él realmente quiere hacerlo y la nueva tecnología es tan superior a la de hace cinco años que él decide voluntariamente cambiar. Pero la realidad de nuestro mundo no es así en el 99 por ciento de los casos. El pobre comprador tendrá que tirar igualmente su ordenador y su software, pero no porque él lo quiera, sino porque le obligan, porque otros quieren esclavizarle. Nos es familiar la situación de tantos productos conocidos en que el fabricante X, pasados cinco años, ya no tiene piezas de recambio o compatibilidades de software para el equipo que él mismo nos vendió. De esta forma, la única salida del comprador es "seguir el programa" que otros le han previsto, esto es, seguir comprando y comprando según decida aquella "hábil" -y moralmente anticristiana- multinacional. En resumen: una nueva forma de esclavitud.
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esclavos de la tecnologia
Cerca de 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso en el mundo y están atrapadas como resultado de la violencia, la intimidación y el engaño. Esos esclavos modernos son explotados en el sector de la agricultura, la construcción, el trabajo doméstico y la prostitución. Las empresas privadas son las responsables del 90% de esas graves violaciones, que se dan en todo el mundo. América Latina y el Caribe es la tercera región con mayor número de casos.
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no seas esclavo de la tecnologia
Estamos enchufados casi constantemente al móvil, correo, whatsapp, facebook, skype, etc. ¿Sabes cuántas horas pasas al día mirando el móvil? ¿o mirando el facebook? ¿hablando por teléfono? ¿contestando correos? ¿Crees que son demasiadas? Hace no tantos años, ni teníamos móvil, ni correo, ni internet, ni incluso ordenador! Ahora estamos "conectados" 24h al día, a la tecnología, y sin buscarlo, nos hemos desconectado de nuestras relaciones, en el día a díaLas llamamos redes sociales, y tenemos muchos amigos, en dichas redes, pero en realidad, somos seres sociales por naturaleza pero de otra manera. Necesitamos el contacto, la interacción, la conversación cara a cara. Esta ilusión de tener 300 amigos en facebook, o 3000 en twitter, no tiene nada que ver con cómo nos sentimos. Cada vez estamos más conectados entre nosotros y a la vez, nos sentimos más solos. ¿Por qué? Por que estamos "conectados" de forma que empobrecemos nuestras relaciones. Éstas se pueden volver más superficiales, más banales y sin contenido.
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esclavo de la tecnologia
la tecnología a esclavizado a muchas personas ya no comparten en familia , por ejemplo en una cena juntos todos chatean y no prestan atención y no comparten. Así que no nos dejemos esclavizar de la tecnologia
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Volver a conectarnos con lo físico y real
Las tecnologías nos han abierto puertas, nos han posibilitado, comunicarnos de una punta del mundo a la otra en solo unos segundos. ¡Eso es algo maravilloso! Su uso en exceso, es lo que nos desconecta del aquí y ahora, nos desconecta del presente, y en definitiva, ¡de nosotros mismos! Lo que podemos hacer diferente, es volver, a las conversaciones, volver a el contacto físico, a los abrazos, a quedar más con la gente, a ir por la calle, y en vez de estar caminando, mirando el móvil, poder disfrutar del paisaje y del momento
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vivimos en una sociedad
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adición a la redes sociales
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