La 
sociedad Inca, fue 
jerárquica y rígida. Existieron grandes diferencias entre las clases sociales, siendo estas diferencias respetadas por todos los habitantes del imperio. Las clases jerarquizadas formaban una pirámide donde el 
Inca, con todo el poder, se encontraba en la cúspide (plana), mientras que el 
pueblo, que era la gran mayoría, constituía su base 
social.