Someter al producto, que ha sido envasado al vacío, a una congelación muy rápida (inferior a -30 ºC) para después calentarlo. Lo que se consigue es que se pase de sólido a gas sin pasar por líquido, lo que mantiene las características del alimento.
Reducir el pH del alimento para que los microorganismos no puedan crecer. Añadir vinagre o zumo de limón a los productos es bastante efectivo.
Someter un alimento a teperaturas inferiores a -1º C
Aplicaciò de temperaturas de 75ºC a 80ºC que mantiene las propiedades del alimento elimina bacterias pero no esporas, por lo que debe conservarse en el refrigerador una vez abiertas para ralentizar el desarrollo de estas bacterias.
Añadir sustancias químicas al alimento y que resultan tóxicas para los microorganismos, por lo que frenan su desarrollo. Evidentemente, están aprobadas para su consumo humano, es decir, a nosotros no nos causan ningún daño.
Método de conservación más antiguos y consiste en la adición de sal al alimento. La sal resulta “tóxica” para los microorganismos, pues capta el agua de los alimentos y hace que esta no esté disponible para las bacterias.
Someter al alimento a unas temperaturas inferiores a -40 ºC pero durante un breve periodo de tiempo, inferior a 2 horas. Es la técnica más efectiva de conservación y la que menos altera las propiedades del producto.
Propicia el desarrollo de microorganismos que no son peligrosos para la salud. Estos evitan que el alimento sea contaminado por patógenos y, además, le dan al producto propiedades que resultan interesantes desde el punto de vista gastronómico.
Método de conservación muy efectivo en el que se matan a casi todas las bacterias, someter el alimento o recipientes a temperaturas altas 115 ºC durante unos pocos segundos .
Conservaciòn de alimentos por adicion de azucar en porcentajes del 100 %
Extraer el aire que rodea un alimento que acaba de ser envasado. Al no disponer de oxígeno, las bacterias no pueden crecer.
Exponer a los alimentos a dosis de radiación (generalmente rayos X o rayos gamma) que destruyen el material genético de los microorganismos, por lo que evitamos que se desarrollen.
Técnica de conservación que consiste en exponer al alimento a una fuente de humo, algo que, además de darle nuevos sabores, permite que se conserve mejor gracias a la acción antimicrobiana que tienen los componentes del humo,
Esperar que el alimento pierda su humedad manteniéndolo en condiciones ambientales naturales. Con esto conseguimos que los microorganismos no dispongan de agua líquida. Dejamos los alimentos al aire libre y esperamos que se sequen.
Bajar la temperatura a 4 ºC, suficiente como para que las reacciones bioquímicas de las bacterias presentes en los alimentos se hagan mucho más lentas y tarden más en proliferar
Aplicar al alimento un baño de sal y vinagre, lo que permite una buena conservación (la sal deshidrata y el vinagre acidifica) y, además, le da al producto un sabor característico.
Método de conservación que puede realizarse mediante distintas técnicas siempre que se consiga la pérdida de agua del alimento. Existen máquinas que retiran el agua de los productos para aumentar su vida útil.
DESHIDRATACION
ADITIVOS
IRRADIACION
ACIDIFICACION
FERMENTACION
ESTERILIZACION
AHUMADO
REFRIGERACION
DESECACION
ESCABECHADO
SALAZON
LIOFILIZACION
ULTRACONGELACION
ENVASADO AL VACIO
PASTEURIZACION
CONGELACION