Refrigeración
Aditivos
Ahumado
Envasado al vacío
Liofilización
Congelación
Salazón
Pasteurización
En este caso, el alimento se embolsa y se extrae todo el aire que lo rodea evitando la proliferación de algunos microrganismos.
Después de una combustión, el humo generado actúa sobre el alimento eliminando los microbios. No se debe abusar de este método.
En este proceso se eleva la temperatura del alimento a 80 grados durante unos 30 minutos y luego se enfría rápidamente para eliminar los microrganismos.
Son sustancias que se añaden a los alimentos para mantener sus propiedades en el tiempo.
Se trata de bajar la temperatura del alimento hasta temperaturas bajo cero ( -18 grados aprox.) y se recomienda hacerlo de forma rápida.
Mediante la adición de sal de diferentes formas (cristales o salmuera) se elimina gran parte del agua del alimento, soporte vital para los microrganismos.
Consiste en la disminución de la temperatura del alimento entre los 0 a 6 grados aproximadamente para reducir la actividad descomponedora de los microrganismos.
Al llevar el alimento a ebullición y luego bajar drásticamente la temperatura hasta congelarlo, el alimento pierde el agua que contiene y se evita la acción de los microrganismos.