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El tapir de Baird es un mamífero de gran tamaño y hocico alargado, que, por su apariencia, podría considerarse un pariente del elefante; sin embargo, está más emparentado con los caballos, burros, cebras y rinocerontes. Se alimentan de más de 200 tipos de plantas, y suelen consumir ramitas, tallos, hojas e incluso vegetación acuática.

Los ajolotes vivían en los canales de Xochimilco, Su nombre anterior era axolotl es el único vertebrado que tiene la capacidad de regenerar sus extremidades cuando las pierden. Su capacidad regenerativa es impresionante, pues pueden recuperar inclusive su médula espinal después de una lesión y volver a funcionar como si nada hubiera pasado Se alimentan de moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algún pez.

La vaquita marina es una de las especies más amenazadas de México. Expertos aseguran que sólo quedan cerca de 30 ejemplares de vaquita marina en las costas mexicanas, en 2015 se calculaba que su población total era de 97 ejemplares, sin embargo, para el 2016 disminuyó la población un 40 por ciento.

Los manatíes son generalmente solitarios, aparte de la temporada de reproducción, cuando se juntan en manadas de apareamiento. Pero no producen muchos descendientes: las hembras reproductoras dan a luz aproximadamente una cría cada dos años, una tasa baja que ha contribuido a la disminución de su población. Come algas y otras plantas, así como la ingestión accidental ocasional de un invertebrado.

Los ocelotes son una especie de felino mediano de grandes ojos que se encuentra distribuido por todo América central y Sudamérica a excepción de Chile, principalmente en ambientes tropicales. El ocelote se alimenta de tlacuaches, osos hormigueros, conejos y coatis.

El mamífero de orejas y patas cortas es uno de los conejos más pequeños del mundo y se obtiene el nombre del singular hábitat: vive en las laderas de solo cuatro volcanes extintos en México central, cada uno a, aproximadamente, 45 minutos de distancia de Ciudad de México.

El lobo mexicano es la subespecie más pequeña de las 30 subespecies de Norteamérica. Su hábitat se podía dar en diversos sitios, desde zonas desérticas y semiáridas hasta bosques, extendiéndose por México, Texas y Arizona, ocupando un amplio territorio que posteriormente se vio muy reducido. Por lo general, son animales de hábitos nocturnos y su dieta se basa en venados, borregos, antílopes, liebres y roedores.

Los osos negros son los osos más conocidos y numerosos de Norteamérica. Suelen vivir en bosques y son excelentes trepadores de árboles, aunque también están presentes en montañas y pantanos. La mayor parte de su dieta consiste en hierba, raíces, bayas e insectos.

Los guacamayos son aves inteligentes y sociales que suelen juntarse en bandadas de entre 10 y 30 miembros. Sus graznidos y chillidos retumban a través de la selva. Además, vocalizan para comunicarse con los demás miembros de la bandada, marcar territorio e identificarse entre ellos

El quetzal es un ave nombrada de forma acertada (viene del náhuatl quetzalli: hermosa pluma) y que muchos consideran una de las más bellas del mundo. Estos animales de colores vibrantes viven en las selvas tropicales y montañosas de América Central, donde se alimentan de fruta, insectos, lagartijas y otras criaturas pequeñas

El jaguar es el felino más grande de América y el único del género Panthera en todo el continente. Un jaguar adulto macho puede llegar a pesar más de 150 kilos y, en proporción, posee el cráneo más grande de todos los felinos del planeta. Cazan peces, tortugas e incluso caimanes, usando unas fauces increíblemente poderosas para perforar los cráneos de sus presas.