Harto del infierno, Lucifer abandona su trono y se marcha a Los Angeles, donde empieza a trabajar como detective de homicidios y es dueño de un exitoso bar.
Harto del infierno, Lucifer abandona su trono y se marcha a Los Ángeles, donde empieza a trabajar como detective de homicidios y además es dueño de un exitoso bar.