Ser social es tener una identidad personal a través de una pertenencia a un grupo de referencia. La identidad, por otra parte, sólo puede concebirse por esta pertenencia; en efecto, ¿cómo podríamos establecer nuestra singularidad si no es por la comparación con los demás?
El hecho de que las determinantes en el pensar, en el valorar y en el comportarse, que proceden de la sociedad, sean integradas en la conciencia del sí-mismo, hace aparecer justificado hablar de un sí-mismo social. Con ello nos referimos al conjunto de lo que (procedente causal-genéticamente de la sociedad) es percibido por el individuo como algo que es uno con él mismo y pertenece a su ser-así-y-no-de-otro-modo.
La identidad social es “la suma de todo aquello que un individuo puede llamar propio”,
El individuo es esencialmente social. Lo es, no como consecuencia de contingencias exteriores, sino como consecuencia de una necesidad íntima. Lo es genéticamente
Lo determinante en el grupo es el proceso cognitivo por el cual el individuo se autopercibe como miembro distinto y parte integrante de una totalidad, el grupo. La identidad individual de un miembro está basada igualmente en la pertenencia y referencia a sus grupos.
Barriga (1983)
Wallon (1946)
James, W (1983)
Lersch (1965),
Leyens (1984)