U
I
E
L
M
I
N
Encuentre el punto a ministrar
Lance una pregunta. Hágalo con amabilidad, no atemorice. Demuéstrele que es importante para usted.
Ubíquelo en lo realidad. Reconozca que él le importa a Dios y a usted y que usted quiere entenderlo.
Inicie la conversación, ¡rompa el hielo!
Mantenga la conversación que usted desea. Encuentre el punto frágil, identifíquelo y minístrele.
Note la respuesta
Introduzca a Jesús (Use su testimonio personal o la ilustración del puente)