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Jouer Relier Colonnes

La profesión de Marinero es muy peligrosa, sin embargo, todos pasan por un momento de ilusión y su corazón y su amor no le pertenece a nadie.

Si alguna vez, tu pecho se detiene, si algo deja de andar ardiendo por tus venas, si tu voz, en tu boca, se va sin ser palabra, si tus manos se olvidan de volar y se duermen Matilde, amor, deja tus labios entreabiertos, porque ese último beso debe durar, conmigo debe quedar inmóvil, para siempre en tu boca Pablo Neruda

Él y sus seis hijas vivían felices en medio de tanta belleza. Ellas pasaban el día jugando y cuidando de sus flores en los majestuosos jardines de árboles azules y rojos. La más pequeña de ellas, era la más especial. Su piel era blanca y suave, sus ojos grandes y azules, pero como el resto de las sirenas, tenía cola de pez. A la pequeña sirena le fascinaban las historias que su abuela contaba acerca de los seres humanos, tanto que cuando encontró una estatua de un hombre en los restos de un barco que naufragó no se lo pensó y se la llevó para ponerla en su jardín. La abuela les contó que algún día conocerían la superficie.

...En ese momento el cazador que lo había visto entrar en la casa de la abuelita comenzó a preocuparse. Había pasado mucho rato y tratándose de un lobo…¡Dios sabía que podía haber pasado! De modo que entró dentro de la casa. Cuando llegó allí y vio al lobo con la panza hinchada se imaginó lo ocurrido, así que cogió su cuchillo y abrió la tripa del animal para sacar a Caperucita y su abuelita.

Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola! He llegado otra vez a los dormitorios solitarios, a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez tiro al suelo los pantalones y las camisas, no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes. Cuánta sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte, y qué amenazadores me parecen los nombres de los meses, y la palabra invierno qué sonido de tambor lúgubre tiene.

El Cazador creyó que luego de ver al lobo podría pasar lo peor, así que sin dudarlo decidió ayudar, sin pensar en las consecuencias

... Se siente solo y quisiera recobrar el amor de la persona que alguna vez estuvo con él.

...(AMO el amor de los marineros que besan y se van. Dejan una promesa. No vuelven nunca más. En cada puerto una mujer espera: los marineros besan y se van. Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar. (Pablo Neruda)

Estaba tan maravillada de las historias que su abuela le contaba, que deseaba con mucha fuerza poder conocer a un humano.

Reconoce la existencia de la muerte pero que el amor perdurará para siempre.