Representa nuestros pecados y los daños que constantemente le hacemos.
El amor que comparte Dios padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo y representa el gran amor que nos tiene a todos nosotros.
Signo de nuestra salvación.n Nos recuerda el sacrificio que Dios hizo por cada uno de nosotros para salvarnos del pecado.
Signo de su divinidad. Brilla y arde representando ese amor del mismo Dios.
Signo de que está siempre abierto para recibirnos a todos y entregarnos su amor.
Está encendido de amor por todos nosotros.