Limpiar con un paño limpio humedecido en agua jabonosa para retirar la suciedad sin levantar polvo
Utilizar mopas secas o húmedas o fregonas bien escurridas para limpiar el suelo
Son un posible y frecuente foco de transmisión de microorganismos
Deben ser de diseño simple, sin rincones u oquedades que puedan acumular suciedad, y que estén fabricados con materiales que no sean porosos y se puedan limpiar y desinfectar sin que se estropeen
Evitar procedimientos que generen polvo en suspensión
Las tapicerías se deben aspirar bien y se pueden desinfectar por pulverización
Desinfectar superficies verticales y horizontales por loción
Después de limpiar, se les aplica un desinfectante, que se deja actuar unos minutos y, finalmente, se secan
Los sanitarios se limpian diariamente con agua y detergente
Limpiar y desinfectar diariamente, y siempre que se hayan ensuciado o que sospechemos que se puedan haber contaminado
Sí es necesario desinfectar, aplicar un desinfectante en loción o por pulverización
Al menos una vez al día y siempre que se ensucie, limpiar lo antes posible
Interruptores, pomos de puertas, teléfono, timbres, etc.