Lo fuimos porque nos apropiamos, desde la fuerza, de nuestro poder, aunque seguíamos atados a nuestro pasado.
Lo fuimos porque creamos nuevos valores, nuevas ideas, lo nuevo de forma radical.
Repetición eterna de todos los pasos de una vida tal cual tuvieron lugar.
Nos negamos a nosotros mismos, para volver a reconciliarnos con nuestro aspecto animal.
Lo fuimos porque soportábamos sumisamente el peso de las obligaciones y la tradición.
Podría ser tanto un anti-profeta como un profeta.