Ellas estaban rebosantes y sonrientes
Luciano miraba desconcertado
Decidió que el siguiente paso
No hizo más que escuchar
Soltó la liana
Todavía miraba fijamente a Luciano
pero ahora lo hacía de frente y con sus ojo húmedos
era hacer una fogata para calentarse
un sonido sordo y largo
sin comprender del todo lo que decían sus compañeros
tan distintas a sus maridos que tenían cara de pocos amigos
cayo pesadamente