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Este ciclo es importante por sí mismo y los patrones de circulación del agua y la precipitación tienen grandes efectos en los ecosistemas de la tierra. Sin embargo, la lluvia y el escurrimiento superficial también tienen una función en la circulación de varios elementos, entre estos el carbono, el nitrógeno, el fósforo y el azufre.

En la naturaleza, el fósforo se encuentra sobre todo en forma de iones de fosfato (PO4-3). Los compuestos fosfatados se encuentran en las rocas sedimentarias y, a medida que estas se meteorizan (se desgastan a lo largo del tiempo) el fósforo que contienen se filtra lentamente hacia el suelo y las aguas superficiales. La ceniza volcánica, los aerosoles y el polvo mineral también pueden ser fuentes significativas de fosfatos, aunque el fósforo no tiene realmente una fase gaseosa como el carbono, nitrógeno y el azufre.

Ciclo del azufre

Eutrofización

Ciclo biogeoquímico

Ciclo del carbono

El nitrógeno ingresa al mundo de lo vivo por medio de las bacterias y otros procariontes unicelulares que convierten el nitrógeno atmosférico (N2) en formas biológicamente utilizables mediante un proceso llamado fijación del nitrógeno. Algunas especies de bacterias fijadoras de nitrógeno viven libremente en el suelo o el agua, mientras que otras son simbiontes benéficos que viven dentro de las plantas.

Se le conoce así a la forma en como un elemento, o en algunos casos un compuesto como el agua, se mueve entre sus diversas formas y lugares vivos y no vivos. Este nombre refleja la importancia de la química y la geología, así como la biología, en ayudarnos a entender estos ciclos.

Este ciclo comienza en la litosfera, es decir, la corteza terrestre superficial del planeta. Tanto el agua como el suelo son reservas con grandes concentraciones de sulfatos, sales y ésteres. Las plantas son las encargadas de absorber dichos componentes mediante sus raíces. Posteriormente, las mismas plantas convierten los sulfatos en sulfuros para lograr asimilar el azufre en su estructura. Como consecuencia se transmite de un organismo vivo a otro a través de las cadenas alimenticias.

Ciclo del nitrógeno

Es el proceso de contaminación más importante de las aguas en lagos, balsas, ríos, embalses, entre otros. Este proceso es provocado por el exceso de nutrientes en el agua, principalmente nitrógeno y fósforo, y en algunas ocasiones silicio, potasio, hierro o manganeso. Estos nutrientes promueven el crecimiento excesivo de algas y su acumulación, las cuales se descomponen por la intervención de organismos aerobios presentes en el sistema, agotando el oxígeno disponible, provocando la turbidez en los cuerpos de agua, condiciones anóxicas y, como resultado la muerte y descomposición de la flora y fauna acuática.

El carbono existe en el aire mayoritariamente como dióxido de carbono (CO2) gaseoso, el cual se disuelve en el agua y reacciona con las moléculas de esta para producir bicarbonato (HCO3-). La fotosíntesis que llevan a cabo las plantas terrestres, las bacterias y las algas, convierte el dióxido de carbono o el bicarbonato en moléculas orgánicas.

Ciclo del agua

Ciclo del fósforo