[...] el agua hace un son ronco y precipitado al caer en el cántaro.
No se columbran arboledas ni fragosidades por esta parte de la ciudad.
Eran las primeras horas de la mañana; se respiraba un aire fresco y sutil [...]
Pían y saltan los gorriones en los naranjos.
Una fuente deja caer un hilo de agua.
[...] acaso una planta de evónimus o un laurel destacaban en la nitidez de las paredes o sobre el azul del cielo.
Suenan lentas, sonoras, rítmicas, las campanadas de una hora, campanadas que en el silencio se difunden sobre la ciudad y se pierden y se apagan dulces.
[...]por la mañana, a mediodía, un fuerte olor a leña, a ramaje de olivo quemado, se respira en las callejas y en las casas.