Los gladiadores vestidos de oro y púrpura
Al llegar frente a la tribuna del emperador
Los lanistas, eran maestros
Si el público bajaba el pulgar abajo, vertere pollicem
Gladiadores
Montados sobre carros, desfilaban por la arena del circo o anfiteatro
Era señal de que el vencedor debía matar al oponente y gritaban: ¡iugula!
Empresarios, enseñaban a los gladiadores
Esclavos o criminales condenados
Le dirigían el fatídico saludo “Ave Cesar, morituri te salutant”