Desarrolló una teoría motora de la conciencia que acabó de golpe con la voluntad: "la teoría de la acción".
La conciencia había sido considerada una fuerza activa dirigida a la consecución de unos fines, pero él la redujo a una mera espectadora de las acciones de su poseedor.
Dicha teoría explica que nuestra sensación de voluntad surge porque nos damos cuenta de nuestra conducta y de nuestras incipientes tendencias a comportarnos de determinada manera.
Se cuestionaba: ¿Por qué creemos tener una voluntad real? y a partir de ello expilicaba:
"Nuestras ideas son el fruto de nuestra disposición para la acción...,nuestras acciones conforman nuestro conocimiento"
"Siento que mi voluntad produce efectos porque normalmente las tendencias incipientes a la acción van seguidas de acciones reales y las primeras desencadenan recuerdos en las segundas"
Concluyó que la conciencia es un epifenómeno que no desempeña ninguna función causal en la conducta.
La conciencia observa el mundo y las acciones producidas por el cuerpo creyendo erróneamente que los conecta cuando en realidad es el cerebro quien lo hace.
Su teoria motora de la conciencia contribuyó al auge del comportamentalismo, muchos le apoyaron entre ellos William James.
Fue alumno de Wundt pero no compartia ciertos postulados con él. Sustituyó a William James en Harvard como psicólogo experimental cuando aquel se dedicó de lleno a la filosofía.
