Su caballo volvió acompañado de una manada de potros salvajes.
El capitán lo miro muy serio y comento: así no nos sirve.
La gente los consideraba ricos porque tenían un caballo.
Tocaron con fuertes golpes a la puerta de la casa.
Al salir los soldados, Ozu aliviado le dijo a su padre que suerte he tenido.
Intento domar a un potro salvaje.
Es la cara de cuando el caballo escapo.