1
Son la mejor fuente de energía para el crecimiento, el mantenimiento y la actividad física y mental.
2
Ayudan a construir los huesos y controlan el equilibrio líquido y las secreciones glandulares.
3
Regulan los procesos químicos del cuerpo y ayudan a convertir las grasas en energía.
4
Son la materia prima de las células y tejidos y producen hormonas.
5
Proporcionan energía y forman bajo la piel una capa de tejido que conserva el calor del cuerpo.
6
Ayuda a combatir el estreñimiento y las enfermedades intestinales.