Es una copa con tapa en la que se conservan las Hostias consagradas, es decir, el Cuerpo de Cristo.
Se emplea en la liturgia de la Eucaristía y sirve para poder llevarlas a los enfermos que no pueden ir a misa y así que puedan comulgar.
Se emplea en la liturgia de la Eucaristía.
En la actualidad suelen ser de de menos estatura que los cálices para distinguirlos de estos.