Toma siempre las cosas más bellas de tu vida con serenidad, poco a poco, para que las disfrutes plenamente. No te vayas a ahogar dentro de ellas.
Cuanto más grande sea lo que deseamos, más grandes son los riesgos.
Es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo.
Nunca hagas de menos a nadie porque parezca más débil o menos inteligente que tú. Sé bueno con todo el mundo y los demás serán buenos contigo.
Nunca hagas favores a malvados, traficantes o corruptos, pues mucha paga tendrías si te dejan sano y salvo.
Si no puedes vencer a un enemigo poderoso, busca a alguien más fuerte que quiera ayudarte.
Debemos dividir nuestro tiempo para todo, dedicar un tiempo a divertirnos, otro a trabajar, y que no nos debemos confiar siempre en que todo nos va ir bien, ya que hay épocas buenas y malas.
Es mucho más poderosa la persuasión que la violencia.
Engañar a los demás no nos genera beneficios sino que terminará causándonos daños a nosotros mismos.