Sostenimiento del patriarcado como agenda política.
Tiene que ver con la política y el poder.
Apego a la idea de una tradición que se considera como "PURA".
Apego a una lectura literal de las escrituras sagradas o de la voluntad de una jerarquía/autoridad.
Defensa de posiciones absolutistas.
Los FR no admiten interpretaciones, ni permiten cuestionamientos. Por ejemplo, en el catolicismo el Papa se considera ‘infalible’ y la biblia incuestionable.
Los FR buscan imponer un supuesto ‘orden natural’ en relación con la sexualidad y la reproducción, que establece roles tradicionales de género emanados por los designios de Dios. Muchas religiones defienden ideas patriarcales; sin embargo, la diferencia con los FR es que éstos radicalizan la defensa del patriarcado y la heteronormatividad, y la transforman en una agenda de incidencia política.
Los FR defienden las ideas cerradas al pluralismo, y aseguran tener el "monopolio de la verdad".
Los FR buscan imponer un proyecto político basado en el orden moral y la tradición pura que defienden, esto implica una injerencia enérgica en leyes y políticas públicas.
Los FR seleccionan determinados comportamientos o ideas fuera del contexto histórico, para defender una supuesta "tradición pura", que está "amenazada" ante la modernidad.