- Periodo de pensamiento simbólico (2-4 años):
o Ausencia de equilibrio:
juego de construcción o montaje
El juego simbólico
- Periodo de pensamiento intuitivo (4-7 años):
o Irreversibilidad:
o Centración:
o Egocentrismo:
supone la posibilidad de abrir la puerta del juego de ficción, las representaciones van poco a poco siendo más realistas. La mayor parte de estos juegos implican movimientos y actos complejos que pudieron, anteriormente, ser objeto de juegos de ejercicio sensoriomotor en secuencias motrices aisladas (atornillar, apretar, golpear, etc.).
El pensamiento del niño es mutable, discontinuo e inestable, lo que le hace caer en multitud de contradicciones y supone un problema para el razonamiento lógico con él
El niño a estas edades es incapaz de realizar una acción en los dos sentidos dándose cuenta de que está realizando la misma acción.
Es la tendencia natural del niño a centrarse en un único aspecto de la realidad, normalmente el más llamativo. Supone a la vez un egocentrismo
Entendida como la incapacidad que tiene el niño para ponerse en el punto de vista de otra persona. Desde un punto de vista físico esto se puede observar en la dificultad que tiene el niño para realizar acciones colectivas de apoyo, puesto que no es capaz de percibir desde fuera de su punto de vista. También se puede observar a nivel verbal, donde el niño mantiene un tipo de lenguaje no comunicativo en muchas ocasiones, sólo por el placer de oír su voz
en esta fase el niño empieza a intentar utilizar la lógica en sus razonamientos, pero tiene una serie de características cognitivas (EGOCENTRISMO, CENTRACIÓN, IRREVERSIBILIDAD Y AUSENCIA DE EQUILIBRIO) que no le permiten resultados satisfactorios
Son acciones en las que el niño combina distintos elementos con significado propio para construir una realidad más compleja. Marca un puente entre los juegos anteriores y las conductas más adaptadas
En esta etapa aparece y se consolida la función simbólica y los pensamientos del niño se basan en preconceptos. Estos preconceptos son explicados por el autor como los primeros intentos de clasificación de la realidad que realiza el niño. Evidentemente estas clasificaciones, jerarquizaciones que son básicas para la adquisición del lenguaje no siempre son correctas y dan lugar a comportamientos ilógicos (para nosotros). Se trata de la adquisición de las primeras formas básicas del lenguaje humano. La peculiaridad está en que el niño está entre la generalidad del concepto y la individualidad de los individuos. El niño a veces generaliza en exceso y otras individualiza en exceso.