En la tierra te sembraron, las aves te desearon, cuando estuviste dorado los hombres te segaron.
Mi nombre es de peregrino y tengo virtud notable, me encuentras en los caminos y mi olor es agradable.
En la ventana soy dama, en el balcón soy señora, en la mesa cortesana y en el campo labradora.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Está en el edificio, también en la maceta, la llevas en el pie, la coges en la huerta.
Siempre mirando al sol y no soy un caracol. Giro y giro sin fin y no soy un bailarín.
Cógeme con cuidado, pues soy muy chiquita. Cuando me siembras me transformo en plantita.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
EL TRIGO
El agua
EL ROMERO
LA SEMILLA
El horizonte
PLANTA
La montaña
El Girasol