Cubre superficies del cuerpo, como la piel, tracto digestivo, vías respiratorias y urinarias, y sistema circulatorio
En su forma laxa, se une con el tejido epitelial para formar membranas que unen a órganos internos, como las vísceras.
Posee a las neuronas, células especializadas en generar y transmitir señales eléctricas.
Da soporte y fuerza a otros tejidos, y ayuda a unir las células en los tejidos.
Forma glándulas endocrinas, que secretan hormonas a la sangre
Existe de tipo estratificado, con grosor de varias capas, como en la piel
Existe de tipo simple, con grosor de una sola capa, como en el sistema respiratorio.
Se presenta en formas especializadas como cartílago, hueso, grasa, sangre y ganglios.
Posee células que se contraen cuando se estimulan, y se relajan cuando no reciben estímulos.
Forma glándulas exocrinas, que secretan sustancias como sudor, leche o enzimas
Integra al cerebro, la columna vertebral y los nervios.
Posee células gliales, que rodean, nutren, aíslan y soportan a las neuronas.
En su tipo cardiaco, sólo se encuentra en el corazón y es de movimiento involutanio.
En su forma densa, está lleno de fibras de colágeno, y conforma tendones y ligamentos.
En su tipo liso, se encuentra en órganos de control involuntario (como el tracto digestivo), con movimientos lentos y sostenidos.
Está encargado de percibir y responder a los estímulos que recibe el cuerpo
En su tipo esquelético, se estimula a través del sistema nervioso, su movimiento es volunntario.