A Guille Grunch se le ocurrió que si se salpicaba los ojos con un poco de agua , se iba a sentir mejor.
Guille Grunch pensó que estaba enfermo. Decidió que un poco de aire le vendría bien para despejarse.
Guille Grunch quiso salir pero la puerta se trabó, el suelo cedió bajo sus pies y fue a parar al sótano.
Guille Grunch se despertó. Sentía que algo monstruoso le rondaba en la cabeza (mosca Mascota). Pero no lo era.
Guille Grunch estaba sano. Lo que tenía era una idea que le rondaba, que le perseguía. Una idea monstruosa.
Pero la ventana ya estaba abierta. Es decir, estaba cerrada pero rota.
¡Este caserón está destruido! Vivo en esta casa ruinosa, olorosa, asquerosa, tenebrosa, espantosa, peligrosa y telarañosa.
Pero la canilla se soltó y rodó por la pileta. Encima la cañería hizo "gurruuuuuuuuung"