Reconocen el sentido y la razón de hacer un trabajo (para qué hacer) en vez de sólo hacerlo (qué hacer).
Comprenden las presiones y exigencias del trabajo de sus superiores ( para quién) y muestran disposición de colaborar.
Buscan que sus contribuciones aporten valor y no sean una pérdida de tiempo. Se enfocan en lo sustantivo (que si y que no).
Se gestionan, administran su tiempo y su esfuerzo a partir de objetivos y procedimientos bien definidos. (cómo y con qué).
Saben que lo urgente tiene un mayor impacto en los resultados a corto plazo, y lo importante requiere mayor atención. Priorizan (cuándo hacer).