La historia de la Tierra muestra que el clima ha respondido regularmente a los cambios cíclicos de la radiación solar. Cualquier calentamiento puede ser atribuido -principalmente- a las variaciones del campo magnético del sol y al viento solar.
A los modelos computarizados les hace falta incluir diversas variables sumamente importantes como son: la influencia de nubes, la distribución presente del vapor de agua y las respuestas de plantas a las modificaciones en la cantidad de agua obtenida, sin embargo es una herramienta útil que nos ayuda a tener una idea de los resultados reales.
Se halló en algunas muestras de hielo de aproximadamente un millón de años de antigüedad un patrón del incremento de temperatura y el CO2 cada 100.000 años.
Hace más de una década que el registro meteorológico no obtiene nuevos signos de calentamiento.
A lo largo de la historia de la humanidad se ha podido comprobar que el clima se ha sintonizado de manera regular a los cambios cíclicos producidos por la radiación solar.
Desde 1998 –más de una década- los datos no muestran signos de calentamiento.
Las recientes mediciones demuestran la existencia del calentamiento en la superficie a nivel global, sin embargo los valores se encuentran llenos de errores, debido a que gran número de la información fue obtenida en estaciones meteorológicas de carácter superficial.
1998 fue un año particularmente cálido por el fenómeno de El Niño, que ese año fue notablemente intenso, mientras que 2008 fue inusualmente frío debido a La Niña. Siempre hay variaciones entre cada año, por eso, elegir un año particularmente cálido para comenzar el análisis (y uno frío para terminarlo) es muy arbitrario. Si uno comienza en 1997 o en 1999, se puede ver un aumento marcado.
Durante la última década se presentaron dos particulares fenómenos meteorológicos, el ”fenómeno del niño” y el “fenómeno de la niña” por lo que los datos obtenidos no son fiables.
Los modelos artificiales nunca serán perfectos, por lo que los resultados obtenidos no serán correctos.
Es irrelevante el dato expuesto, ya que el hallazgo demuestra un aumento de CO2 cientos de años posteriores al aumento de las temperaturas y las condiciones actuales han cambiado.
El calentamiento de la tierra es una realidad, ya que las mediciones realizadas al océano, junto con la disminución de los glaciares y la modificación en el patrón de las estaciones, son pruebas coherentes con los resultados proporcionados por las estaciones meteorológicas superficiales.
Las variaciones solares afectan el clima, pero no son el único factor. Como no ha habido ninguna tendencia desde la década del '60, no se puede señalar la influencia del sol como la causa del aumento de las temperaturas. La diferencia entre los dos extremos del ciclo solar (que dura 11 años) es 10 veces menor que el efecto de los gases de invernadero en el mismo período.
Aunque el sol es un factor importante, no es el único, en ese caso, se ha comprobado que el efecto invernadero es más potente.