1
es una clase de palabras de las lenguas naturales que no constituye una parte de la oración. Equivalen a oraciones que expresan un sentimiento vivo (¡ay!), una llamada enérgica (¡eh!) o describen elementalmente una acción (¡zas!, zigzag) sin ser léxica y gramaticalmente organizadas. Son signos pregramaticales que desempeñan las tres funciones elementales del lenguaje: expresiva, conativa o representativa.
6
en morfología lingüística, es un tipo de determinante actualizador, una categoría morfológica que emplean algunas lenguas para actualizar o precisar la referencia de un sustantivo, transformándolo de desconocido y abstracto («un libro») a conocido y concreto («el libro»). Es un indicador que sitúa lo que se dice en el campo en que se dice, común al que lo dice y al que lo oye, o sea, en el mutuo acuerdo de los interlocutores.
7
es una parte de la oración que complementa a un verbo, un adjetivo, otros adverbios e incluso oraciones. Los adverbios expresan circunstancias, como pueden ser modo, lugar, tiempo, cantidad, afirmación, duda, etc., respondiendo a preguntas como ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿de qué manera?, entre otras. Esta función es llamada función adverbial, y puede ser llevada a cabo por palabras aisladas (adverbios) o por grupos de dos o más palabras (locuciones adverbiales).
8
es una parte de la oración o clase de palabra que complementa un sustantivo para calificarlo; expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo, ya sean concretas (perceptible por los sentidos, como en el libro grande o the big book) o abstractas (cognoscible por la mente, como en el libro difícil).