Se expresa con la falta de confianza, nos hace disminuir el volumen de la voz, a veces enrojece nuestro rostro e incluso puede bloquearnos y hacer que perdamos posibilidades de aprender. Hablamos de la Vergüenza.
Sucede cuando tenemos una mezcla desordenada de sensaciones en nuestro interior y no podemos comprenderlas para establecer un orden.
Aparece cuando estamos más propensos a disgustarnos por situaciones pequeñas
Con ella tu energía aumenta y tu manera de pensar es más positiva, se relaciona con actividades que nos brindan disfrute por la vida. Hablamos de Alegría.
Aparece después de sentir que hemos hecho algo malo. Es esa vocecita interna que nos reclama que debimos buscar otra forma. Ayuda a hacernos responsables de nuestros actos.
Se vivencia cuando algo que creíamos muy poco posible demuestra ser cierto, acoge el espacio a lo desconocido y la magia. Hablamos de Asombro.
Es una emoción que puede hacernos actuar de forma agresiva, por lo que debemos reconocerla de forma temprana para buscar una vía saludable de expresión. Hablamos de la Rabia.
Sensación de calma y armonía, habita en tu interior, se puede llegar a ella a través de la respiración y cuando te acompaña sueles ser amable y dulce con los demás.
Se experimenta con la disminución de energía, se nos quita el deseo de jugar y a veces viene acompañada de lágrimas, puede ser causada por varias razones, una de ellas la decepción. Hablamos de Tristeza.
Algunos seres despiertan esta emoción: cachorros, el brote de un árbol, un bebé. La relacionamos con fragilidad, por lo que despierta nuestro deseo de ser suaves, atentos y comprensivos. Hablamos de la Ternura.
Arrepentimiento
Confusión
Serenidad
Irritabilidad